miércoles, 10 de abril de 2013

Sandra.

Sandra salió de la ducha y sin apartar sus ojos de la imagen de su cuerpo desnudo reflejada en el espejo, expuso su larga y negra melena al flujo de aire caliente procedente del pequeño secador de viaje que sujetaba con su mano izquierda, mientras en su mano derecha un peine de elaboración muy delicada, especial para el pelo largo, separaba sus cabellos color azabache.

Su cuerpo reaccionó con una sensación de calor muy agradable cuando sintió que algunos mechones, oscilando ingrávidos, acariciaban sus pechos al compás de las ráfagas de aire. Recogió la bata de seda azul celeste y con movimientos delicados la deslizó sobre sus hombros, deleitándose con su tacto suave y fresco.

Se encaminó hacia el dormitorio y reguló la polícroma lámpara, consiguiendo una atmosfera de tonos fucsis. Abrió la ventana y dejó que el sonido de la calle inundara la habitación. Le gustaba oír a los hombres charlando de sus cosas en la puerta del bar que había bajo su apartamento.

Tumbada en la cama se abandonó a los sentidos y estos la inundaron sintiendo la suavidad de la seda y las voces masculinas que penetraban en su mente mientras se mezclaban con la imagen de labios sensuales que pinchaban al besarlos. Su excitación la sentía como oleadas de calor que la hacían arder de placer. Acarició sus pezones y deslizó la mano rozándose tímidamente el sexo que deseaba ser tocado.

Sin pausa comenzó a sentir que todo se agolpaba y pensó en los hombres de voces varoniles, mientras con movimientos de contracción descargó andanadas de semen sobre la bata de seda azul celeste, quedando relajada mientras el espeso y translucido liquido resbalaba entre sus dedos. 

 

Foto y relato dedicado a uno de mis seguidores, "Santiago" tú ya sabes de qué va...
Espero que te haya gustado.
Un besito. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario